Así respondió el pregonero al “basajaun”.
Con esa triquiñuela consiguió San Martin Txiki arrebatar varios secretos –cultivo
del trigo y el maíz, técnicas de forja– a los “señores salvajes”. Cada secreto
y consiguiente triquiñuela se merecen su propia entrada de blog. Ahora nos
quedaremos con el de la sierra.
San Martin Txiki (personaje que
también se merece su propia entrada de blog) no conocía el secreto de la
sierra, y el basajaun no se lo quería revelar. Mandó nuestro héroe un criado a
pregonar que ya sabía hacer la sierra. El basajaun cayó en la trampa y comentó:
“seguro que se ha fijado en la hoja del castaño”. “No lo ha hecho, pero lo
hará”, fue la respuesta. Y se fijó. El basajaun bajó de noche a la fragua de
San Martin Txiki y comprobó que había fabricado una sierra. Para estropeársela,
fue doblando alternativamente los dientes hacia un lado y otro. Y consiguió lo
contrario: inventó sin quererlo la técnica del triscado, que dificulta el
embotamiento de la sierra con el serrín.
En la variante catalana recogida
por Amades, en vez del herrero San Martín es el carpintero San José quien, a
falta de sierra, cortaba la madera con un cuchillo, penosamente. El diablo (que
también aparece en varias versiones vascas), deseando estropear el cuchillo, se
adentra en el taller de San José (en ambos casos hay violación de espacio, algo
que ya merece castigo), lo mella y además dobla alternativamente los dientes a
cada lado. Ya conocemos el resultado.
En la anterior entrada decía que
mantenía el puente tendido entre Ataun y la Val d’Isil, pasando por el Pirineo
gascón. Dejaremos la vertiente norte para otras técnicas de forja mitificada y
seguiremos con la sierra, pero desde otro punto de vista: gracias al patrimonio
inmaterial, propongo poner en conexión y destacar un patrimonio etnográfico ya
puesto en valor. La serradora de Alòs se gestiona desde el Ecomuseo de lesValla
d’Àneu, en Esterri, de visita obligada.
Serradora hidráulica de Alòs d'Isil |
También es de visita obligada
Errotatxo, que, como su propio nombre indica fue un molino menor, y
posteriormente serrería y primitiva central eléctrica, junto a Larruntza, el
gran molino actual sede del Museo Barandiaran. Aquí ahora sí se utilizan los
relatos míticos como hilo conductor de la visita.
Errotatxo visto desde Larruntza, sede del Museo Barandiaran de Ataun |
En la misma comarca del
Goierri pueden visitar otra serradora musealizada dentro del Parque Cultural de
Zerain, del mismo modo que, ya que van a la cabecera de la Noguera pallaresa, pueden
visitar también la serradora d’Àreu, en la Vall Ferrera, dependiente del Museu
de la Ciència i de la Tècnica de Catalunya. Siguiendo un mismo hilo tan
delgado, que no débil, como la invención mítica de la sierra, varios museos les
pueden ayudar a entender el pasado y el presente de dos comarcas aparentemente
tan distintas.
En el Goierri, además de en
euskara, castellano, inglés y francés, también les ofrecerán la información en
catalán.
Y la próxima vez que vean un
castaño, no olviden fijarse en su hoja.
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